La importancia de la Orientación Familiar en la Educación Infantil.
La relación familia-escuela es un pilar básico en la educación de cualquier
individuo y para poder conseguir un desarrollo íntegro tanto física como psíquica y
socialmente. A lo largo de este trabajo pretendo hablar sobre la Orientación Familiar
como una solución a muchos problemas que pueden ir surgiendo tanto en el ámbito
familiar como en el académico y desde donde se puede solucionar ese problema,
enseñando además a todos los miembros de la familia cuál ha sido la causante base de
esa dificultad, por qué se ha producido, cómo evitar que vuelva a suceder y cómo
podrán prevenir o evitar futuras dificultades.
Para ello propongo, como propuesta de mejora de la Orientación Familiar una
Aplicación para móviles desarrollada con la ayuda de Javier Gonzalo. En ella los padres
disponen de un amplio repertorio de guías a las cuales recurrir tanto en caso de
aparición de problemas como para prevenir dificultades. Además, se les facilitará desde
la misma Aplicación el acceso a diferentes páginas webs repletas de recursos didácticos
y orientativos para trabajar desde el ámbito familiar entre padres e hijos y, de esta
forma, cohesionar la unión entre ambos.
¿Qué es la orientación familiar?
El ser humano a lo largo de su existencia debe enfrentarse a multitud de
conflictos a los que, por sí sólo, no puede darles solución. Por ello se hace necesario
prestarle algún tipo de asistencia organizada; éstos hechos son los que conforman el
ámbito de la Orientación. Concretamente, en este trabajo, nos centramos en uno de sus
ámbitos de aplicación, la Orientación Familiar.
Según Ríos (1994) se define a la orientación familiar como “el conjunto de
técnicas que se encaminan a fortalecer las capacidades evidentes o latentes que tienen
como objetivo el fortalecimiento de los vínculos que unen a los miembros de un mismo
sistema familiar, con el fin de que resulten sanos, eficaces y capaces de estimular el
progreso de los miembros y todo el contexto emocional que los acoge.”
sábado, 9 de julio de 2016
Reflejo de prensión plantar:
Consiste en cerrar los dedos del pie cuando se estimula el pulgar del pie del bebé al presionarla con algún objeto. Desaparece a los 9 meses.
El reflejo de Babinski consiste en una respuesta de extensión de los dedos del pie en forma de abanico – separando el dedo gordo del pie – cuando se realiza una suave presión del talón a los dedos del bebé. Al contrario que con otros reflejos que aparecen en los recién nacidos, el reflejo de Babinski no se conoce la función que realiza.
Consiste en cerrar los dedos del pie cuando se estimula el pulgar del pie del bebé al presionarla con algún objeto. Desaparece a los 9 meses.
Reflejo de prensión palmar:
Consiste en cerrar fuertemente la mano cuando se estimula la palma del bebé al presionarla con algún objeto. Desaparece a los 6 meses.
Habrás notado que si tocas o acaricias la palma de su manita, el bebé la cierra apretando tu dedo con una fuerza extraordinaria. Gracias a esta reacción, que también recibe el nombre de reflejo darwiniano, el recién nacido es capaz de mantenerse por un instante suspendido en el aire, tan solo sujeto por tus dedos pulgares (pero no se te ocurra hacerlo, porque seguro que se caerá)- Reflejos de apoyo y marcha:
Reflejo de búsqueda:
Si se presiona cerca de la boca del bebé, desplaza la cabeza hacia el lado donde nota la presión.
Desaparece a los 2 meses.Este reflejo se produce cuando se toca o acaricia la comisura de la boca.
Si se presiona cerca de la boca del bebé, desplaza la cabeza hacia el lado donde nota la presión.
Desaparece a los 2 meses.Este reflejo se produce cuando se toca o acaricia la comisura de la boca.
del bebé. El bebé vuelve la cabeza y abre la boca para seguir y "buscar"en la dirección de la caricia. Esto ayuda al bebé a encontrar el pecho oel biberón para alimentarse
Reflejo de succión
Es un reflejo arcaico que se da en los seres humanos durante las primeras semanas de vida, generalmente hasta los cuatro o seis meses.
Se activa cuando un objeto entra en contacto con los labios del recién nacido proporcionando que la boca se ponga a succionarlo. Su función es la de succionar el pezón de la madre para garantizar un amamantamiento más eficaz. Su existencia es prueba de madurez en el niño. Con el tiempo adquirirá un valor funcional que permita al niño succionar de modo consciente. Por el contrario, si más allá de los seis meses continua como conducta refleja se puede considerar como signo patológico en el desarrollo.
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